¿Acaso están sucediendo más terremotos últimamente?

Dos potentes terremotos, de magnitud 7,8 y 7,5, respectivamente, dejaron a miles de muertos y una enorme devastación en Turquía y Siria.
Los sismos ocurrieron en la madrugada del lunes 6 de febrero y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, lo describió como "el peor desastre que ha vivido el país en el último siglo, después del terremoto de 1939 en Erzincan".

De acuerdo con el reporte de las autoridades, decenas de edificios colapsaron y los equipos de rescate trabajaron desde primera hora en la búsqueda de sobrevivientes entre grandes pilas de escombros.

El ministro del Interior turco, Suleymon Soylu, dijo que 10 ciudades sufrieron el impacto.

Turquía se erige en una de las zonas más activas en terremotos del mundo.

Varios expertos señalaron que este sismo es el más fuerte registrado por los observatorios especializados desde 1939, cuando un terromoto de la misma magnitud sacudió Turquía y dejó más de 30.000 muertos.

Pero no ha sido el único. En 1999 un sismo impactó el noroeste del país y dejó más de 17.000 personas fallecidas.

Esto se debe a que la mayor parte del país se encuentra en la placa tectónica de Anatolia, que se halla entre dos placas principales, la euroasiática y la africana, y otra menor, la árabe.

A medida que se desplazan las dos placas grandes, Turquía se ve esencialmente comprimida, dicen los expertos.

Un terremoto puede ser definido como un temblor en la tierra causado por ondas moviéndose causando: fallas de la superficie, tremores vibratorios, licuefacción, derrumbes, temblores y/o tsunamis.


Los terremotos son muy difíciles de predecir e imposibles de prevenir. También pueden desencadenar otras catástrofes naturales, como tsunamis y corrimientos de tierra. Trágicamente, los terremotos suelen producirse en los países menos preparados para hacer frente a estas catástrofes.
Si observamos los terremotos de cualquier tamaño en todo el planeta, podemos ver que son extremadamente frecuentes. Más de 100.000 temblores son sentidos por el ser humano cada año en alguna parte del mundo, es decir, unos 300 al día. Pero la mayoría no son más que simples temblores sin ningún otro efecto. Y si sumamos los que solo pueden ser registrados por nuestros instrumentos, los sismógrafos, pero que son tan pequeños que nadie puede sentirlos, esta cifra se eleva a más de un millón de temblores registrados anualmente.


Según el Servicio de Inspección Geológica de Estados Unidos (USGS), los registros muestran que desde 1900 ha habido cada año en el mundo unos 18 terremotos "importantes" (con una magnitud de entre 7,0 y 7,9) y un "gran" terremoto (de magnitud 8.0 o mayor).


Lo que sí es un hecho, afirman los expertos, es que estos fenómenos son cada vez más devastadores, pero no porque la Tierra se sacuda más, sino por el incremento en la densidad de población que vive en las zonas de riesgo. Es decir, la percepción de que estos fenómenos están en aumento y que cada vez son más destructores se debe a que el público sólo se entera de los terremotos que devastan a zonas pobladas. 

La población mundial sigue creciendo, y lo hace también en áreas sísmicamente activas. Es por ello que si bien la frecuencia de los sismos no ha variado, su impacto social, político y económico ciertamente ha aumentado.

Desgraciadamente hay ciudades enormes en el mundo que se encuentran en estas zonas de alto riesgo sísmico. 


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